Mujeres árbitras y montaña: Elvira Carrasco Reyes
"Ser árbitra me ha permitido conocer a gente maravillosa, visitar lugares a los que no se me hubiera ocurrido ir y ayudar a que este deporte sea un poco más serio"
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Elvira está llegando a meta en una carrera por montaña, está saltando en el aire, con los bastones en su mano derecha. Luce una preciosa sonrisa de satisfacción. Va vestida con unas mallas negras, una camiseta blanca y azul y una mochila de correr sobre los hombros.

Mujeres árbitras y montaña: Elvira Carrasco Reyes

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«Ser árbitra me ha permitido conocer a gente maravillosa, visitar lugares a los que no se me hubiera ocurrido ir y ayudar a que este deporte sea un poco más serio»

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¿Quién es Elvira Carrasco Reyes?

Me llamo Elvira Carrasco y vivo en Girona, aunque crecí y residí hasta hace muy poco en un pueblo de montaña de Barcelona llamado Sant Llorenç Savall, donde aprendí a amar el entorno, a dar paseos para descubrir sus rincones y observar la naturaleza. Trabajo en la Diputación de Girona y tengo dos hijas de 9 y 16 años.

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¿Qué disciplina deportiva de montaña practicas y desde cuándo?

Empecé haciendo excursiones por el monte y un buen día de 2005 se me ocurrió probar con las marchas de resistencia, en Catalunya tenemos un calendario bastante extenso en esta modalidad. A partir de ahí empecé a correr para entrenar ya que algunas marchas eran muy largas y duras. En cuanto tuve a mis hijas, y mientras eran pequeñas, tuve que acortar las horas de competición y me pasé a las carreras por montaña. Actualmente hago un poco de todo, lo que me apetece, sin agobios y según las ganas y el tiempo del que disponga, pero donde me siento cómoda es en distancias medias y largas.

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¿En qué lugares desempeñas tu función de árbitra, desde cuándo y qué te impulsó a asumir esta responsabilidad?

Desde que empecé a correr me llamó la atención la figura de los árbitros, al principio no sabía que también existían en las carreras, y le pregunté a uno de ellos cuáles eran sus funciones. Y por casualidad, en 2008 coincidí con un chico que se había inscrito a la formación de árbitros en Vitoria y me fui con él.

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Ser árbitra me ha permitido conocer a gente maravillosa, visitar lugares a los que no se me hubiera ocurrido ir y ayudar a que este deporte sea un poco más serio. Espero haber ayudado a que las carreras estén mejor organizadas, y a garantizar la igualdad entre todos los competidores. También he de decir que no todo es tan bonito, a los árbitros no nos gusta tener que sancionar, tomar decisiones que afectan a la puntuación de un corredor o tener que discutir con alguno que no tiene intención de seguir el reglamento, sin embargo, es parte de nuestro trabajo.

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¿Lugar preferido para practicar tu deporte?

En realidad, no tengo un lugar preferido, me gusta descubrir parajes nuevos en cada salida, investigar territorios en los que no he estado, apuntarme a carreras que no conozco. Cualquier recorrido por el que no haya pasado, no sea de ida y vuelta por el mismo sendero y que tenga buenas vistas, me sirve.

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¿Qué le dirías a otras niñas, jóvenes o mujeres para que en un futuro quieran ser árbitras de montaña?

La función principal de los árbitros es ayudar a que las carreras salgan bien, sean seguras, esté todo previsto y se desarrollen en igualdad de condiciones para todos los deportistas que participan. Todo ello les hace ser partícipes y responsables de la buena calidad de las competiciones y, además, les brinda la oportunidad de conocer lugares, y, sobre todo, compartir tiempo con sus gentes, a la vez que sentirse realizadas con la labor que desempeñan.

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¿Un momento o anécdota especial en la montaña o practicando tu deporte?

¡Uy! Tengo muchísimos.

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Salidas de sol espectaculares en mitad de una ultra, con el cansancio de la noche que se me han quedado grabadas en la retina, por ejemplo, en la Núria-Queralt cuando salí de una curva y vi el Pedraforca, con su vista espectacular de la enforcadura, encendido de color naranja. También cuando llegué al Teide para ver salir el sol después de toda una noche andando en la ruta 0.4.0.

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Otra anécdota que tengo fue en el año 2012, corriendo la CCC en Chamonix, con una meteo de mil demonios, frío y nieve, mi marido iba en carrera delante de mí y me esperó 3 horas en el avituallamiento de Trient para terminar juntos. Imágenes de postal de la nevada con los frontales puestos, con el único pensamiento de encender la calefacción del coche a la llegada. O simplemente las veces que me encuentro a conocidos en el recorrido y les saludo, me da una energía tremenda.

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¿Un sueño o deseo que quieras cumplir en el futuro?

No tengo ningún sueño en especial, y muchos a la vez. Desearía tener más tiempo libre para hacer travesías. En realidad, más que correr, me gusta pasar horas en la montaña, empaparme de las vistas, los sonidos, los olores, dormir en refugios, hablar con los montañeros que me encuentro.

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¿Un lema o frase que te mueva en la vida?

“Cuando parece que no puedes más, un poquito más”.

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Creo que es una frase que me define bastante. Lo pienso de verdad. Si no, la mayoría de cosas que he hecho, no las habría conseguido. Pongo mucha tenacidad en las cosas que hago, ya sea en el deporte o fuera de él: estudiar para unas oposiciones, correr una ultra, sacarme un grado universitario a la vez que trabajaba y atendía a la familia, etc.

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Otra podría ser: “la vida no es cuestión de suerte, la suerte la busca cada uno con lo que hace y lo que no hace”.

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Elvira Carrasco Reyes

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Árbitra de Carreras por Montaña

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